Pasear por el pueblo, pequeño y con una sola calle principal, es retroceder en el tiempo. Sus casas de piedra, sus pallozas y su iglesia de Santa María constituyen un relevante enclave que eleva a O Cebreiro a la categoría de conjunto etnográfico de interés para cualquier viajero que quiera disfrutar del interior rural de Galicia.
Desde aquí arriba, la vista se pierde hacia tierras leonesas y se pueden ver los pueblos que los peregrinos han ido dejando atrás en su Camino, como La Laguna y otros pequeños núcleos del entorno, como Cernada. Los tonos verdes del campo se mezclan con los ocres de los frondosos bosques en un valle que parece, más que real, una ilusión óptica.
Las pallozas son construcciones de origen celta y forma circular características de las montañas de la Península Ibérica, adaptadas como viviendas al clima de la zona. Hechas en piedra y protegidas por una peculiar cubierta de paja de varias capas, resisten la lluvia más insistente y hasta la nieve más espesa. En ellas se cobijaban las familias con sus animales para darse calor, guardaban los aperos de labranza y, en definitiva, hacían la vida en invierno.
El Alto de San Roque recibe al visitante de Pedrafita con una imponente estatua que rinde homenaje al tremendo esfuerzo que hacen los peregrinos al subir este duro puerto de montaña.
El Monumento al Peregrino se encuentra a una altura de 1270 metros y es obra del escultor gallego José María Acuña. Se encuentra en uno de los puntos más emblemáticos del Camino Francés y simboliza la lucha de los peregrinos en su camino contra el frío, la lluvia y, con frecuencia, la nieve.
La sierra de Os Ancares es uno de los lugares de Galicia que más sorprende por su belleza. Está situada en el este de la provincia de Lugo, en la frontera con las comunidades vecinas de Castilla y León y El Principado de Asturias.
A lo largo de las más de 50.000 hectáreas, una infinita red de senderos cruza profundos valles y asciende hasta cumbres de 2.000 metros de altura. En invierno, esta zona permanece cubierta por la nieve. Con la llegada de la primavera, las aguas del deshielo fluyen desde las cumbres hasta las zonas bajas, dando vida a numerosos riachuelos y pequeñas cascadas. Hasta el final del verano, la montaña alcanza todo su esplendor. En otoño el manto vegetal adquiere tonos rojizos.
La Sierra del Caurel es una cordillera montañosa que se extiende por los municipios de la Comarca del Courel: Folgoso do Courel, en su mayor parte, Quiroga y Pedrafita do Cebreiro.
El río Lor, y sus varios afluentes forman ricos valles con diversos ecosistemas que hacen que esta sierra sea la reserva botánica más importante de Galicia.
Alberga la mayor joya natural de Galicia, la Devesa de Rogueira, un bosque autóctono, donde convive la práctica totalidad de las especies vegetales naturales de Galicia que no tienen ámbito costero, destacando los castaños, acebos, hayas, tejos, robles, abedules y orquídeas silvestres.
Situadas en El Bierzo, al noroeste de los Montes Aquilanos y al lado del Valle del río Sil, Las Médulas son un impresionante entorno paisajístico español formado como resultado de las explotaciones auríferas romanas.
Considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano, el trabajo de ingeniería que se realizó para extraer el oro alteró considerablemente el medio ambiente de la zona, dando como resultado un inusual paisaje de arenas rojizas cubierto de castaños y robles.
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